Lo primero pedir disculpas a Luis, ya que por aquel entonces era mi pareja y, aunque el me quería más a mi que yo a el. ya que para mi fue nada más que un cliente más y yo para él su novia, le debia respeto y sinceridad, cosa que no hice y le di falsas esperanzas.
Este día quería contarles mi primera experiencia como exhibicionista, y no fue iniciativa propia, sino por un cliente que me pidió ese servicio extra gracias a su extraña fantasía de ver a una mujer exhibicionista.
El hombre es un tipo muy influyente en la vida empresarial de mi país (España) y no se lo piensa dos veces en gastar su dinero para complacer sus más bajas fantasías. Y para lograr que aceptara me tuvo que dar una buena cantidad como pago. Ya que si iba a quedar como una loca y una puta, tenía que ganar un buen dinero.