viernes, 21 de marzo de 2014

Poco mas de 6 años - experiencia exibicionista

Lo primero pedir disculpas a Luis, ya que por aquel entonces era mi pareja y, aunque el me quería más a mi que yo a el. ya que para mi fue nada más que un cliente más y yo para él su novia, le debia respeto y sinceridad, cosa que no hice y le di falsas esperanzas.

Este día quería contarles mi primera experiencia como exhibicionista, y no fue iniciativa propia, sino por un cliente que me pidió ese servicio extra gracias a su extraña fantasía de ver a una mujer exhibicionista.
El hombre es un tipo muy influyente en la vida empresarial de mi país (España) y no se lo piensa dos veces en gastar su dinero para complacer sus más bajas fantasías. Y para lograr que aceptara me tuvo que dar una buena cantidad como pago. Ya que si iba a quedar como una loca y una puta, tenía que ganar un buen dinero.


Así que acepté, y me dió el dinero por adelantado. Todo bien, yo muy contenta de haberme ganado ese dinero en unos minutos, pero venía lo peor, que era exhibirme frente a muchas personas y frente a él. Pero son gajes del oficio. Me dió las instrucciones de todo lo que debía hacer y quedamos de vernos en un lugar donde nadie me conociera y que no tuiera familiares, por lo que decidimos irnos hasta Masnou (Barcelona).
Pero cuando ibamos de camino a él se le ocurrió detenernos en un turicentro muy conocido, ya se imaginaran a cual me estoy refiriendo… Por lo que me puse mi traje de baño que consistía en una diminuta tanga, puedo decir que era casi hilo de atrás, era muy parecida a la foto que puse como referencia (no soy yo). Todo mundo se me quedaba viendo, y podía sentir sus miradas en mi hermoso trasero. Y ni se imaginaban lo que iba a psar minutos después.
Nos metimos a la piscina, luego yo comencé a coquetear con todos los hombres que estaban allí para calentar las cosas, mi cliente solo miraba, quería que todo saliera como el me lo había ordenado. Todos los hombres me miraban con unas grandes ansias de comerme. Y yo cada vez estaba más candente. Y para subir la temperatura del aquel lugar comencé a mostrar mis nalgas de una forma muy sugerente y provocativa. Todos los hombres se volvieron locos y las mujeres me miraban con asco.
Pero no me importó era mi trabajo, así que comencé a acariciarme frente a todos, incluso me tumbé más para que miraran como pasaba mi dedos en medio de mis nalgas, pero lo bueno iba llegar despúes, cuando todos querían más. Así que ni lenta ni perezosa me quité completamente la tanga, y dejé ver mi ano y vulva en todo su esplendor. Ya iba preparada para ello, bien depiladita…
Las cámaras de los celulares de esos hombre no paraban de tomar fotos a mi hermoso culo, y me decían vulgaridades, y mi cliente disfrutando de aquel espectaculo que tanto le encantaba, era un pervertido de lo peor, esta no era la primera vez que pagaba a una prostituta de lujo para que hiciera esto que estaba haciendo yo. El se masturbaba mientras miraba mi culo.
Y yo hice lo mismo, me empecé a masturbar y a gemir, esos hombres no paraban de decirme cosas sucias y para ser sincera, eso me excitaba más, me sentía como toda una putita, me sentía sucia pero era tal la excitación que me daba más placer aquello. Varios hombres comenzaron a topar sus miembros en mis nalgas, incluso pude sentir como algunos frotaban sus miembros en mis nalgas. Y para evitar el escandalo, me hicieron como una tipo rueda, así solo ellos estaban viendo el espectáculo y nadie más se daba cuenta.
Miraba a mi cliente con una cara de satisfacción que me hacía ver que le estaba gustando todo lo que hacía. El disfrutaba que otros me vieran y me dijeran cosas sucias, le excitaba ver que una mujer fuera tan pervertida para hacer aquello que estaba haciendo.
Y fue así como me inicié en ese mundo del exhibicionismo. Era algo excitante y peligroso. Y fue tanto el placer que me siguió invitando a otros lugares para hacer lo mismo. Me llevó a fiestas privadas, a discotecas donde me tenía que levantar la falda y que todos me vieran, me llegó a un restaurante y varios lugares más.
Gané muy buen dinero con él, era uno de mis clientes favoritos, porque eran pocas veces las que tuve sexo con él, lo que más le gustaba era que me mostrara en público, ese era su mayor placer. Y mi mayor ganancia!

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